jueves, 2 de junio de 2016

UNA CHAMPIONS CON MATICES



He querido dejar pasar varios días para dar mi opinión acerca de la final de Champions disputada recientemente en Milán. Las emociones vividas en la ciudad lombarda podían condicionar mi análisis y prefería esta vez utilizar más la cabeza y no tanto el corazón, cosa por otra parte complicada viniendo de un atlético. 

Ayer vi el partido entero (tanda de penaltis obviada, por supuesto) ya que por casualidades de la vida, el destino me regaló asistir al derbi madrileño a partir del minuto 30, aunque en grada madridista. Ya dije en mi anterior post que tenía la necesidad de ir a Milán para vivir por primera vez lo que es el ambiente Champions y poder disfrutar de la previa así como de la deseada celebración.

Empezaré mi exposición con un hecho que me llama poderosamente la atención. Detecto en cierta parte del madridismo comentarios acerca de la pena que les produjo llegar a la tanda de penaltis para acabar así eliminando al Atlético. No se lo crean porque en el pecado llevan la penitencia. La pena sincera es aquella donde deberían reconocer que el árbitro influyó de manera decisiva en el resultado final. Y no me voy al gol en fuera de juego del central madridista (difícil de ver) o el teatro de Pepe merecedor de cartulina amarilla sino en la TARJETA ROJA que debió recibir Ramos cuando Carrasco encaraba a puerta. No era el último hombre pero le entró sin balón en juego con riesgo de lesión, lo que le habría supuesto jugar al Madrid con diez durante toda la prórroga (hasta los propios aficionados dijeron de la que nos hemos librado). ¿Dónde se percibe además  ese "tufillo" madridista hoy en las instuciones de la UEFA? En designar al sevillano como mejor jugador de la final. Si al menos hubiesen elegido a Casemiro, lo habrían disimulado en parte.


Porque el mejor jugador del partido de lejos y con una primera parte sin jugarla fue el señor Yannick F. Carrasco. No soy sospechoso de mi admiración desde hace meses (ver mi post EL ADN ATLÉTICO de noviembre de 2015) en donde vuelvo a insistir, hoy, que el belga aumenta el rendimiento del equipo en la misma proporción que se lo disminuye al contrario. El partido que se marcó fue antológico (regates, cambios de ritmo, caños, desbordes, ruletas, asociaciones, etc.) y junto al gol más la celebración, lanza una señal clara para ser uno de los líderes de esta plantilla. Ruego por favor que se le renueve y se aumente su ficha junto a la claúsula porque sospecho que los clubs más poderosos económicamente le pueden tentar estas semanas. Y quiero destacar también al resto del equipo que a partir de la segunda parte fue otro. Los Gabi, Juanfran, Koke o Savic estuvieron a un gran nivel (especialmente nuestro capitán) y tiraron del carro para reponerse del penalti fallado y acertar en la jugada del gol.



Me falta Simeone. ¿Qué puedo decir del entrenador que nos ha llevado a la gloria futbolística durante estos años? Pues que es ahora cuando más se le necesita aunque me gustaría darle dos consejos, si me los acepta. El primero tiene que ver con empezar a ver más tranquilo ciertos partidos de liga y levantarse a dar instrucciones cuando sea necesario (todavía recuerdo el episodio con el recogepelotas).  Pero sobre todo, que se olvide de supersticiones, cábalas y horóscopos porque envían mensajes de debilidad al rival y pueden descentrar a la plantilla. Mantener los mismos portavoces en las previas de la UEFA, cambiar de planta el hotel y si es verdad que solicitó jugar en San Siro con la segunda equipación, renunciando a la rojiblanca porque aquélla le trajo la clasificación para la semifinal y final, entramos ya en terrenos demasiado peligrosos. 



¿Qué nos queda a partir de ahora de la final de Milán? Al madridista que saque pecho, se le recuerda la vergonzosa ayuda arbitral (en su momento hablaban de UNICEF, Obrevo, etc. cuando ganaba de aquella forma el Barsa, no exentos de razón) y a la parroquia atlética, al equipo, directiva y cuerpo técnico, que se siga trabajando como hasta ahora, manteniendo la ilusión intacta e intentar ofrecer el mejor homenaje que se le puede dar al Vicente Calderón este último año: la consecución de la primera Champions en Cardiff. 


¡¡¡ Forza Atlético !!!                   ¡¡¡ Aplasta Atleti !!!