lunes, 31 de agosto de 2015

UNA INSPIRACIÓN LLAMADA RAUL GARCÍA



Si hay algo en lo que han coincidido los componentes de las últimas plantillas del Atlético de Madrid es el carácter familiar de las mismas. Sólo con esa unión, se pueden explicar los últimos títulos obtenidos y los recientes acontecimientos que se han venido sucediendo. 

Pasó el año pasado con Koke y el deseo del Barcelona de incorporarlo a sus filas como recambio de Xavi Hernández. El canterano, a pesar de ofrecerle un súpercontrato, decidió quedarse en el club que le vio crecer y formarse como el gran  jugador que es. Le sucedió algo parecido a Filipe Luis, éste con billete de ida y vuelta por un año, y más recientemente a Diego Godín, que ante la gran oferta del City, ha decidido también quedarse por muchos años en la ribera del Manzanares. Y el ejemplo del pasado domingo dedicando todos los goles al ocho rojiblanco en el Sánchez Pizjuán, fue la mejor muestra de cariño por parte de sus compañeros y cuerpo técnico.  

Porque una vez que perteneces al Atlético y el público te aclama,  ya no lo puedes olvidar ya que aquí, a diferencia de otros grandes, en la adversidad se sigue apoyando aún más si cabe a los jugadores. Y si ha habido uno emblemático en esta nueva etapa liderada por Simeone, ése ha sido Raul García. Un jugador, que a pesar de tener sus baches de juego, terminó por explotar con el entrenador argentino imprimiendo además al resto de sus compañeros lo que cualquier jugador atlético debe siempre tener: carácter


Y qué mejores ocasiones para demostrarlo que cuando te enfrentas al eterno rival, al rival que durante años te ha ninguneado, al rival que tiene todo el apoyo mediático y presupuestario, al rival que sueñas derrotar una y otra vez porque sabes,  que exceptuando los títulos por conseguir, cada victoria sobre él es la mejor de las sensaciones durante tu vida deportiva. 

Ese gol del empate en la Supercopa de España a falta de 10 minutos para el final, ese amago para dejar rematar a placer a Arda Turán dándonos el 1-2 en Liga y sobre todo, ese penalti de un desquiciado Sergio Ramos en el Calderón, que encarriló la última eliminatoria de la Copa del Rey, son las mejores muestras de la jerarquía que ha tenido el navarro en este Atlético. Algún día, estoy seguro, volverá a la que ya es su casa pero como entrenador porque el carácter no se negocia y a Raul, le sobra. 



Gracias por todo lo que nos has dado Raul García y que tu ejemplo perdure siempre en el Atlético de Madrid. Suerte en tu nueva etapa.

¡¡¡ Forza Atlético !!!      ¡¡¡ Aplasta Atleti !!!